Esta semana nos pusimos a revisar el libro Energy Flash: A Journey Through Rave Music and Dance Culture, de Simon Reynolds (2012); en particular uno de sus apartados, donde nos muestra un poco de la historia de la droga asociada por excelencia a la música electrónica: el éxtasis (X).
Su historia
La sustancia habría sido creada por la compañía alemana Merck durante la primera guerra mundial. Anduvo por ahí en los laboratorios de distintos ejércitos del mundo, incluyendo obviamente el estadounidense, hasta que en la década de los sesenta fue descubierta por Alexander Shulgin, conocido como “el padrastro del éxtasis”, quien buscaba que la droga fuera usada con fines terapéuticos.
El hecho de que tenía el potencial de causar euforia en la gente y que un gran número de personas la estaban usando con fines recreativos, sin embargo, causaron que años después fuera considerada una sustancia ilegal, al nivel de la heroína y la cocaína, en Inglaterra (1977) y en Estados Unidos (1988).
La droga de los raves
Como el X hace que las personas se quieran conectar con otras en un tipo de “intimidad colectiva”, y la música repetitiva, con las características específicas de la música electrónica, es especialmente placentera bajo sus efectos, no sorprende que haya encontrado su lugar en los raves.
El MDMA (su nombre científico) activa en el cuerpo una gran cantidad de dopamina (como el speed o anfetaminas) y serotonina (como el LSD o ácido); sin embargo posee un efecto diferente al de la combinación de speed y LSD, ya que además produce una conexión con el yo interno y con los demás. La han llamado la “penicilina de la mente”, ya que libera al ser de la ansiedad y el miedo.
Estadísticamente hablando la droga no causa muchas muertes; sólo en Inglaterra 100 mil personas al año mueren a causa del tabaco, 40 mil por enfermedades y accidentes relacionados con el alcohol, 500 personas por tomar paracetamol, 150 por heroína y apenas 25 a causa del MDMA.
Aun así, el éxtasis tiene su lado oscuro.
Después de la fiesta
Es importante recordar que cuando se toma X se consume gran parte de la serotonina del cuerpo, lo que equivale a gastar tus reservas de felicidad por adelantado, y toma alrededor de una semana en reponerse la reserva del químico.
Consumido esporádicamente no hay tanto problema pero en grandes cantidades, y muy seguido, no permite la recuperación de los niveles de serotonina, y el buen viaje se pierde a cambio de una depresión que te deja como si te hubieran roto el corazón.
Algunos consumidores creen que esto es porque el X comprado no era bueno o “verdadero”, pero en realidad es porque al cuerpo le está faltando la serotonina necesaria para disparar su efecto; de todos modos el riesgo de no saber qué sustancia es en realidad la que se está consumiendo sí es real.
Por otro lado, estudios recientes con ratas y monos demuestran que el MDMA puede lastimar las células del cerebro encargadas de liberar la serotonina y causar daño permanente al cerebro (Ver video adjunto).
Lo anterior lleva a la pregunta ¿el rave puede ser reducido a una sustancia específica? Reynolds responde a esto con un rotundo no.
Gran parte de la, indiscutiblemente mejor, música electrónica fue creada por músicos “straightedge”, que no se meten ninguna sustancia. Así se puede decir que la música electrónica no depende de ninguna droga. Es, por sí misma, la droga.
El conocer cómo funcionan las drogas recreativas y cuales son sus efectos es un derecho de todo ser humano. #knowyourdrugs