En el 2014 Sarah Schönfeld, una artista visual de Berlín interesada en los temas de la fiesta de la música electrónica, conmemoró el décimo aniversario del Berghain (la catedral del género) con un homenaje muy particular para sus asistentes.
Ingresar al Berghain es muy difícil. Tu dinero o verte ‘bien’ son irrelevantes y allí se decide si eres digno del espacio, sus estándares son un misterio. Pero, si eres elegido, una vez adentro la experiencia que te aguarda puede alcanzar lo espiritual y transformarte.
Es un monomito, dice Schönfeld del club (citando a Joseph Campbell), porque al entrar se te abre la posibilidad de un viaje interno aunque sólo si se acepta el reto de iniciar una travesía en la que el tiempo y lo racional, hasta cierto punto, se suspenden.
Una de las piezas de Sarah, “Hero’s Journey (lamp)”, es una especie de vitrina de cristal, como lámpara de lava, con orines de los asistentes al club. El líquido contiene una sustancia que impide que se haga rancio o huela feo.
La otra pieza, “Hero’s Journey (towels)”, es una colección de toallas que se ofrecían a los asistentes del club para secarse el sudor, sobre las que se usó un químico utilizado en la medicina forense para hacerlo visible.
Las dos piezas fueron exhibidas dentro del Berghain y, de alguna manera, hablan sobre el proceso de transformación de los seres humanos elegidos para ingresar a la catedral de la electrónica.
Hero’s Journey (lamp)
Hero’s Journey (towels)
(English Translation)
In 2014 Sarah Schönfeld, a visual artist from Berlin and interested in topics related to electronic music parties, celebrated the 10th anniversary of Berghain (The cathedral of this genre) with a very particular homage to the assistants.
Getting in to Berghain is very difficult. Your money or good looks are irrelevant, and at the door, it’s decided whether you are worthy of the place or not. Their standards are a mystery. But if you are chosen, once inside the experience that awaits you can get to spiritual levels and transform you.
It is a monomyth, says Schönfeld about the club (quoting Joseph Campbell), because when you get in, it opens the possibility of an internal voyage. However, only if one accepts the challenge to begin a trip where time and the rational, are to a certain extent, suspended.
One of Sarah’s pieces, “Hero’s Journey (lamp)”, is like a glass showcase, like a lava lamp, with urine from the club’s customers. The liquid contains a substance that prevents it from going rancid or smell bad.
The other piece, “Hero’s Journey (towels)” it’s a towel collection that were offered to the customers in the club to dry their sweat. A substance from forensic medicine was used on the towels afterwards to make the sweat visible.
The two artworks were exhibit inside Berghain and, to a certain extent, talk about the transformation process of the human beings chosen to get inside the cathedral of electronic music.
Source: http://www.sleek-mag.com/showroom/2014/08/10-exhibition-at-berghain/
TOXIC TIMES 